Socialización y aprendizaje social.
Socialización, aprendizaje, educación, escuela, culturas.
Este artículo nos habla sobre la importancia de la socialización en la vida temprana del niño y en cómo se debería estimular a medida que el niño o niña va creciendo hasta llegar a la adolescencia. También nos cuenta sobre el fatalismo y en lo que este término conlleva a la hora de la socialización como forma de aprendizaje. El individuo tiene una actitud pasiva ante su futuro y a la vida en general. Esto hace que se conformen y dejen su futuro a manos de la suerte y no pongan resistencia ante adversidades, por lo que probablemente el fracaso estará presente en las vidas de estas personas. El aprendizaje social se basa en la atención, retención, reproducción y ejecución de conductas observadas en modelos de iguales y que se vean, según la persona, que ha alcanzado el éxito. Además, este artículo nos habla sobre las diferencias entre la educación colectivista, que se centra más en la cohesión del grupo y el castigo público. Estos tipos de alumnos intervienen menos en clase. Y la educación individualista que da una mayor importancia a la confrontación y la recompensa privada. A estos alumnos se les enseña a cómo aprender y cómo reforzar la autoestima. Yubero nos cuenta las diferencias entre la educación de culturas femeninas, donde su foco es la adaptación social, no hay competición y se refuerza un estilo cooperativo. Mientras, en la educación de culturas masculinas, predomina el triunfo académico y la competición, es decir, se centra en un estilo puramente competitivo. Por último, este artículo expone que los niños y niñas pasan más horas en la TV que en el colegio o con sus padres. Ver y comentar con ellos los programas es esencial para su socialización.
Dadas las afirmaciones de este artículo, llegamos a la conclusión sobre la importancia que tiene la socialización y cómo influye de manera, tanto positiva como negativa, al desarrollo social del niño y la niña y que sin estimularse puede llegar a convertirse en el denominado fatalismo, aquella falta de capacidad para hacer frente a las adversidades y tener un comportamiento pasivo con respecto a la vida que conlleva al fracaso.
Podemos decir firmemente que una buena o mala conducta se puede establecer mediante una enseñanza o mediante un modelo. Por una parte, dicha conducta, los adultos cercanos a los niños se sienten más o menos satisfechos según el criterio de con los que los evalúan. Los niños y niñas se autocriticarán y se autoevaluarán mediante las experiencias y criterios que vayan teniendo del exterior. Por tanto, el aprendizaje social es de una enorme utilidad a la hora de estimular y crear en el niño o niña unos hábitos y valores con los que en un futuro se puede valer por sí mismo. En cambio, en muchos casos, los modelos de los adultos están en desacuerdo con las enseñanzas que se quiere transmitir y no disponen o no agregan o realizan refuerzos que los niños y niñas han de observar.
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